12 comidas imperdibles típicas de Argentina

miércoles, 28 de enero de 2009

La cocina argentina puede entenderse como una mixtura cultural entre las influencias indígenas, mediterráneas (ítalo-españolas-árabes) y la variedad de productos agrícola ganaderos, que abundan en estas tierras.


La Argentina es un país que disfruta de su gastronomía. Son muy comunes –casi mayoritarias- las reuniones en torno a la comida. Las invitaciones a comer suelen ser signos de amistad, calidez e integración. Las reuniones familiares en domingos generalmente son en torno a un asado o un buen plato de pastas.


Asado y achuras
Es imposible no probarlos, porque es, junto con el tango, pura argentinidad. El asado se puede comer en restaurantes o parrillas, o en cualquier casa local, lo que probablemente sea la versión más atractiva, ya que se puede observar el ritual de cerca. Lo importante es probar las achuras (vísceras de la vaca): mollejas, riñones, tripas, chinchulines son infaltables en cualquier asado.



Pizza con fainá
Son ampliamente conocidas las virtudes de la pizza argentina, la cual sinceramente no debe dejar de probarse. Pero si a una porción se le encima otra de fainá (una masa hecha con harina de garbanzos y aceite de oliva, oriunda de Génova), y se pide un vaso de moscato (un vino dulce), es casi como estar dentro de un tango.




Sándwiches de miga
Según los viajeros entendidos, casi no se consiguen en otros lugares del mundo. La explicación de porqué son tan ricos probablemente trascienda lo racional, pero forman parte de la vida diaria de los locales: como aperitivo o directamente almuerzo y parte infaltable de cualquier cumpleaños o reunión, los sándwiches de miga se merecen la popular aceptación que tienen.



Bife de chorizo con papas fritas
El excesivo bife de chorizo, alto, jugoso y tierno, acompañado de papas fritas, es una experiencia gastronómica imperdible. Es reconocido por su tamaño, así como la pureza de su carne, sin vestigios de grasas. Al ser separado del hueso, antes de cortarse en bifes, tiene una forma entre triangular y cilíndrica, de ahí que se lo denomine “chorizo”.




Matambre
Un plato típicamente familiar. Es un arrollado de carne vacuna relleno con verduras, huevo duro y condimentos. Se lo enrolla y ata con hilo y se hierve en agua. Suele comerse como entrada fría, en rebanadas, acompañado de ensalada rusa (papas, zanahoria, arvejas y mayonesa). Es tan importante para la patria que el escritor Esteban Echeverría escribió, en 1837, la “Apología al matambre”.



Milanesas
Sola, con papas fritas, puré o ensalada, entre panes, frita o al horno, caliente o fría, la milanesa es probablemente el plato que más adeptos tiene. Son finas láminas de carne, empanadas en huevo, pan rallado y condimentos. En general se las prepara con cortes vacunos como nalga, peceto, lomo, cuadril y bola de lomo, aunque también pueden ser de pollo.




Locro
Es el plato nacional por excelencia. Es un guiso, de origen prehispánico y preincaico, realizado con zapallo, maíz, porotos, papa, carne y vísceras vacunas y porcinas, cebolla y condimentos. Está extendido por todo el país y suele consumirse en fechas patrias. Eso sí: por su alto nivel calórico es altamente recomendable consumirlo cuando hace frío.




Puchero
Identifica a la gastronomía argentina pero es una comida típicamente…española. El puchero le debe casi todo al cocido ibérico, hasta el propio nombre. Cuenta Manuel Vicent que así se llama al Cocido Valenciano, comida elegida para el almuerzo de navidad en la posguerra española. Aquí y allá se sigue una fórmula mágica: muchas carnes, verduras, fiambres y menudencias cocidas en un solo caldero.


Empanadas
Se consiguen por todo el país, aunque Tucumán, Salta y Jujuy, al noroeste del país, sean sus referencias más distinguidas. La rellena con carne (y huevo duro, aceitunas, cebolla de verdeo y ocasionalmente pasa de uvas y papa) es la más tradicional, pero hay otros sabores. Suelen venderse por docenas, aunque también son un producto común de elaboración casera.




Dulce de leche/ Alfajores
Solo de a cucharadas o como el corazón de alfajores, tortas, facturas y helados, es una obligación para aquel que pisa Argentina. Para muchos puede resultar empalagoso al principio, pero no hay paladar que se le resista. Y el alfajor, dos galletas rellenas con el dulce y baño de chocolate, es su máxima expresión. Cada región lo manufactura con una impronta propia.




Cordero patagónico

Dicen que por el tipo de pasturas que comen y la libertad con la que se mueven, los corderos patagónicos son una delicia apreciada por nacionales y extranjeros. Al asador, la parrilla o al horno, su carne tierna y de sabor fuerte deja siempre al degustador con ganas de más.





Humita/tamal
La chala del choclo es el envoltorio de un relleno hecho con los granos rallados, tomates, morrones y cebolla. El tamal es una variante que, además, lleva carne y papa. De origen eminentemente indígena, en las provincias del norte (como Salta y Jujuy) son objetos de fiestas y festivales nacionales.



Vía | www.argentina.ar